Todos lo hemos vivido alguna vez. Una presentación en PowerPoint con una plantilla básica no causa el mismo impacto en la audiencia que una realizada con una plantilla personalizada, con muchas horas de trabajo de un diseñador y con una selección exquisita de animaciones e interactividades. El contenido, quizás, puede ser el mismo pero no lo percibimos de la misma forma.
Factores como la estética, la tipografía, la interacción o la experiencia de usuario influyen en la percepción del usuario. Algo parecido ocurre también en los medios de comunicación, no percibimos igual la información que es todo texto a, por ejemplo, información presentada en un gráfico interactivo.
¿Cómo elaborar contenidos atractivos sin ser diseñador? ¿Cómo destacar entre tanta sobreabundancia de contenidos que existen en la red? A esta pregunta los compañeros de Genbeta nos ofrecieron una respuesta cuando hablaron de Genially, una startup española que ofrece a los usuarios una plataforma para generar contenidos multimedia de manera sencilla y que, además, sean atractivos.
Entidades como McDonal's y McCain, Heineken, Telefónica y, según relata la propia compañía, el Real Madrid, Volkswagen, la Universidad de Oxford o la Universidad de Cambridge están usando esta plataforma para generar sus contenidos.
Con estas referencias, nos hemos colado en las oficinas de Genially para conocer mejor qué hacen y si, realmente, son una alternativa a PowerPoint, Keynote y Prezi.
Una de las cosas que siempre me han llamado la atención con Genially es que me era complicado ubicar qué eran y contra quién competían. ¿Es Genially una alternativa a Prezi? ¿Una alternativa a PowerPoint y Keynote? ¿Es un contenedor como SlideShare? ¿Compite con Canva o con Adobe Photoshop? ¿Es todo eso a la vez? ¿No es nada de eso y estoy equivocado?
Cuando hablamos, Juan Rubio, CEO y cofundador de esta startup con sede en Córdoba, me contó el objetivo aspiracional de la compañía en los términos de "democratizar la generación de contenidos multimedia sin necesidad de programar o invertir en costosas herramientas, ofreciendo una plataforma en la que generar recursos digitales de forma fácil y gratuita".
La frase, que estaba en la línea del típico elevator pitch de una startup, no me lo dejó todo claro y me suscitó algunas dudas, sobre todo con la palabra "democratizar".
Genially es una herramienta que nos permite generar contenidos interactivos sin necesidad de programar y sin tener conocimientos de diseño. Es decir, podemos diseñar infografías, diseños interactivos, presentaciones, mapas, microsites, etc. con el típico interfaz de "arrastrar y soltar" y, además, podemos dotarlo de cierta interactividad para el usuario e incrustarlo fácilmente en una web o generar una presentación interactiva para visualizar en el navegador.
Como prácticamente todas las herramientas online, la podemos usar de manera gratuita con limitaciones y, por supuesto, nos podemos suscribir a sus planes de pago para obtener más funcionalidades.
Así que el propósito de la herramienta quedaba más o menos claro; sin embargo, el ámbito de aplicación y los clientes son extremadamente amplios. Además, compiten contra gigantes como Microsoft (PowerPoint y SlideShare), Google (presentaciones) y otras empresas como Prezi, por tanto, ¿es posible que esto sea un negocio viable?
Al igual que Bitnami, Genially nació como un side-project, en origen se concibió como proyecto interno que se terminó convirtiendo en un producto y en una empresa.
Todo empezó hace 4 años de la mano de Juan Rubio, CEO de la empresa, Chema Roldán, responsable técnico (CTO) y Luis García, director creativo (CMO) aunque, por aquel entonces, trabajaban por separado. Juan había fundado su propia agencia de marketing y, precisamente, se dedicaba a generar contenidos multimedia para terceros:
Todo surgió en Ecoavantis, la agencia de comunicación que fundé y que estaba enfocada en sostenibilidad y medio ambiente. Apostamos por el marketing digital y la comunicación visual con infografías y contenidos interactivos para poder explicar mejor las cosas.
Los contenidos interactivos dotaban al receptor de la información de un rol mucho más activo pero estos contenidos eran caros de desarrollar porque tenía una alta carga de diseño y de programación. En programación se iba el 90% del presupuesto y, además, no eran contenidos o desarrollos que se pudiesen reutilizar
Para el cliente de la agencia de comunicación, modificar el contenido o reutilizarlo no era fácil: había que saber de programación y diseño.
De hecho, esa era la forma de generar clientes cautivos pero esa forma de atrapar al cliente también provocaba cuellos de botella en la propia agencia que desarrollaba el contenido: un nuevo contenido implicaba un nuevo proyecto al que asignar recursos y encajar en las tareas que había que abordar.
Juan Rubio pensó que una manera de salir de este bucle era desarrollar un gestor de contenidos para "contenidos interactivos" y que, seguramente, nadie había hecho algo parecido:
Ahí fue cuando se nos encendió la bombilla, hacer un gestor de contenidos para contenidos interactivos; seguro que a nadie se le había ocurrido y no habría nada. Luego investigamos y sí que vimos que había aplicaciones como Ceros.com o SnappApp pero su precio era prohibitivo y solamente estaban al alcance de grandes empresas. Por tanto, fuera de estas grandes empresas podría haber una oportunidad
¡Alto! Paremos un momento. ¿No estábamos hablando de una herramienta de uso interno? ¿Por qué analizar el posicionamiento de otras herramientas que ya hacen algo parecido? SnappApp y Ceros ya estaban ofreciendo una herramienta para generar este tipo de contenidos de manera profesional. Quien no se podía permitir estas herramientas, tenía la opción de programar y si tampoco podía hacerlo o contratarlo, tenía que recurrir a Prezi, PowerPoint, SlideShare y demás aplicaciones para hacer presentaciones.
Luego, además de una herramienta interna, se veía un posible nuevo negocio.
El inicio fue lento. Al principio, Genially era un desarrollo interno para Ecoavantis y le dedicaba el 50% de mi tiempo pero no era la mejor manera de poner en marcha una plataforma que iba a acelerar la actividad de la agencia. Entonces decidí unir a Luis al proyecto. Ya nos conocíamos, habíamos coincidido en Córdoba en formaciones sobre desarrollo de empresas y trabajaba en el mismo sector.
También incorporamos a Chema que, en ese momento, estaba trabajando en Madrid y se quería volver a Córdoba. Así montamos "la comunidad del anillo Genially" y nos volcamos en el proyecto al 100%, así que dejé de ser el CEO de Ecoavantis
Al hablar con los fundadores de Genially, una de las palabras que más veces salían era "democratizar". De hecho, Luis García, el director creativo, al hablar de los orígenes del proyecto señalaba lo siguiente:
Cuando nos planteamos construir un gestor de contenidos, hablábamos de democratizar el acceso a contenidos interactivos. Que cualquier persona pudiese desarrollar sus contenidos sin saber de diseño o programación y que estos contenidos estuviesen accesibles, por ejemplo, en el sector educativo.
Al escucharlo, me generó una duda. ¿Tiene sentido hablar de "democratizar la generación de contenidos" cuando tu negocio está en generar "contenidos cerrados" para tus clientes? ¿Es un planteamiento coherente y con sentido? Si los usuarios lo tienen fácil, estás poniendo en riesgo tu propio negocio de generación de contenidos.
Si lo planteas como herramienta interna para ser más ágil y más efectivo en costes, obtienes un margen mayor en cada proyecto, tardas menos, usas menos recursos y puedes asumir más trabajo a mejor precio. Si no compartes ese secreto con nadie, como agencia, tienes una clara ventaja. ¿Entonces para qué abrirlo?
Para Ecoavantis, Genially es una herramienta que usamos y generamos contenidos para nuestros clientes. Sin Genially, para un presupuesto determinado, ofrecíamos uno o dos contenidos interactivos al cliente. Ahora podemos ofrecerles más y con mayor valor. Eso también forma parte de la democratización.
Genially partió de una necesidad interna pero, al final, se convirtió en un producto y una empresa independiente
Dicho de otra forma, son dos negocios. Por un lado, la agencia de Juan se apoya en Genially para ser más competitiva y, además, esta herramienta por sí misma también es un negocio (dado que es una plataforma que se monetiza con suscripciones, es decir, un software como servicio (SaaS)).
Genially, al final, es una plataforma orientada a usuarios finales y empresas que buscan alternativas a productos complejos y caros para hacer sus propios contenidos interactivos.
Había una necesidad en usar contenidos interactivos para aportar valor a los usuarios y que los contenidos destaquen entre la sobreabundancia que hay en la red. Las tendencias en neuromarketing indicaban que una manera de conseguir una comunicación más eficaz es la creación de contenidos visuales con un alto grado de interactividad.
La idea no era ofrecer algo que permitiese generar contenidos más bonitos. El objetivo era que, gracias a la interactividad, el usuario entendesiese mejor la información que se le muestra
Entonces, ¿cuáles eran las bases de partida del negocio de Genially? Si analizamos todas las pistas, podemos resumirlo en:
La interactividad como vía de diferenciación de unos contenidos frente a otros
Necesidad de una alternativa a las aplicaciones de diseño existentes, muy enfocadas en grandes empresas y, por tanto, muy caras
Fuera de las herramientas orientadas a empresas y diseñadores, las alternativas como PowerPoint o Prezi no permiten al usuario muchas opciones
Agilizar el trabajo de las agencias de comunicación y empresas que ya desarrollan este tipo de contenidos
Ofrecer esta herramienta no solo a empresas, entrar en otros segmentos como la educación y también ofrecerlo a usuarios finales
En apenas unos meses tras su lanzamiento inicial, a modo de beta, alrededor de 4.000 usuarios usaban Genially y generaban sus propios contenidos
Cualquier negocio, el arranque se fundamenta en hipótesis que hay que validar con usuarios o clientes. Genially se apoyaba en las hipótesis que hemos comentado pero, para que el producto fuese la base de un negocio, había que lanzarlo.
La primera beta de Genially se lanzó en mayo de 2015 por medio de invitaciones y, haciendo algo de marketing, en el mes de septiembre del mismo año hasta llegar a los primeros 4.000 usuarios. Como muchos servicios en la nube, primero probaron con un entorno cercano y controlado y, posteriormente, con usuarios "desconocidos".
Si un medio de comunicación hacía una infografía con Genially para una noticia, el contenido llevaba una "marca de agua" (la cual se mantiene en la versión gratuita hoy en día), así que la noticia se convertía en un altavoz de la plataforma y mostraba el producto a otros usuarios que eran susceptibles de probarlo también. Así fue como se estableció el primer motor de crecimiento del servicio, según nos comentaban Luis y Juan:
En el momento que lanzamos Genially no había ninguna herramienta que permitiese hacer una infografía interactiva, un dossier y una presentación corporativa, tenías que combinar el uso de varias herramientas. Nosotros estábamos llevando el HTML5 y la interactividad de la web al mundo de la ofimática y también a los medios de comunicación.
Que te usase un medio de comunicación era un gran escaparate pero sabíamos que era un cliente exigente.
En noviembre de 2015, el periódico ABC usaba Genially sin que la compañía hubiese contactado con ellos o hubiese hecho una acción comercial. Eso sí, lo estaba usando gratis.
El primer medio de comunicación en usar Genially fue ABC. Hoy lo usan Marca, Europa Press, L'Equipe, RTVE, Clarín o el Grupo Prisa.
Lanzas una beta gratuita que tiene buena acogida, ¿y ahora qué? Se supone que aspiras a que tu plataforma sea un negocio pero tienes 4.000 usuarios que usan tu servicio gratis. Tienes eso que los inversores llaman tracción pero no un modelo de negocio que te haga ganar dinero, una aproximación muy de Silicon Valley y con muchos riesgos.
Los fundadores de Genially venían del negocio de las agencias de comunicación y entraron en un negocio digital. Hasta que no diseñes una vía de ingresos que funcione, prestas un servicio gratis que, por tanto, tienes que financiar de tu bolsillo, con inversores o con los beneficios de tus otros negocios. ¿Cómo lo haces? ¿Pruebas cosas? ¿Realmente lanzaste el negocio sin saber cómo lo ibas a monetizar o intuías cuál iba a ser el siguiente paso?
La respuesta a esta pregunta, según Luis y Juan, vino de la mano del tercero de los socios (Chema) y su paso por un programa de incubación, Founders Institute:
Para Chema fue interesante pasar por Founders porque completaba su formación que era más técnica que empresarial. Para Genially fue clave porque nos ayudó a entender cómo funcionaba un negocio digital y, además, Founders organizó un evento a nivel mundial en San Francisco con las 40 mejores startups incubadas en las distintas franquicias del programa y nos seleccionaron para participar y mostrar nuestro producto.
Sin embargo, seguíamos sin tener claro qué íbamos a ser. ¿Íbamos a vender a usuarios finales o a empresas? A finales de 2015 ya comenzaron a acercarse a empresas a nosotros para contratar el servicio y que quitásemos la marca de agua con el logotipo de Genially. Con el tiempo hemos diseñado varios paquetes de funcionalidades y precios que están orientados a diseñadores y freelances y, por supuesto, también hemos diseñado opciones para grandes empresas.
Personalmente, el paso de gratis a versiones de pago me parece de lo más lógico; es una evolución que ya han hecho anterioridad otras compañías y está muy vinculado a modelos de negocio de plataformas con suscripción. Conseguir usuarios activos, aunque sea en la versión gratis, ya hace que tu plataforma tenga valor y si la actividad aumenta, evidentemente, su valor también aumenta.
El modelo de negocio de Genially sigue un esquema freemium. Por un lado, hay un acceso gratuito a la plataforma que no tiene limitaciones en contenidos o visualizaciones, pero que no permite, por ejemplo, visualización off-line, compartir los contenidos más allá de las redes sociales o generar contenidos 100% privados. Además, todos los contenidos van con marca de agua de la compañía y no es posible obtener estadísticas de visualización o, por ejemplo, inyectar el código de Google Analytics.
Por otro lado, hay distintos modelos de suscripción de pago que difieren en funcionalidades y también hay precios especiales para grandes corporaciones. En los planes de pago, los contenidos pueden tener visualización off-line porque se puede descargar el HTML fuente, es posible incluir logotipo y tipografías propias (ideal para empresas con normas estrictas de identidad corporativa), medir estadísticas de visualizaciones, hacer SEO o, por ejemplo, contar con soporte técnico.
Hemos hablado de democratizar la generación de los contenidos interactivos pero ¿realmente es algo que demandaban los usuarios? ¿existía esa necesidad e interés?
Según los números que nos muestra Genially, la foto actual es la siguiente:
+1 millón de usuarios registrados en la plataforma de más de 195 países
+15.000 usuarios utilizan Genially todos los días creando contenidos
+2,5 millones de contenidos creados a través de la plataforma
Cada día se crean más de 6.000 nuevos contenidos en Genially
+35 millones de usuarios de todo el mundo que consumen contenidos creados con Genially
+70 millones de visualizaciones de contenidos
Más de 600.000 creaciones diferentes visualizadas de media al mes
Los primeros 4.000 usuarios de la beta del verano de 2015 pasaron a más de 40.000 usuarios en enero de 2016 gracias a la viralidad y también a campañas de marketing online. Durante 2016, los usuarios subieron hasta alcanzar los 30.000 y, durante 2017, pasaron a 700.000 usuarios. En mayo de este año superaron el millón de usuarios y aspiran a cerrar 2018 con alrededor de 1,5 millones de usuarios en la plataforma.
Entre los usuarios de Genially, según nos contaban los fundadores de la compañía en base a los e-mails utilizados en los registros y a los clientes de pago, se encuentran personas de organizaciones como la ONU, Cruz Roja, Médicos Sin Fronteras, RTVE o la Ópera de Sidney, universidades como las de Oxford y Cambridge (entre otras 75 universidades de todo el mundo), entidades como Telefónica, Bayer, ISDI, Michelin, IBM, SAGE o Heineken y medios de comunicación Europa Press, Grupo Vocento, Clarín, La Sexta, Grupo Prisa o los diarios deportivos Marca y el francés L'Equipe.
¿Y cómo negocio está funcionando? ¿Generan ingresos? La clave de un modelo freemium es llegar a un equilibrio entre usuarios de la versión gratuita y los usuarios de pago.
En el caso de Genially, entre más de 1 millón de usuarios registrados en la plataforma hay más de 5.000 clientes de pago que se distribuyen en más de 60 países. El ratio de usuarios de pago frente a los gratuitos es bajo (0,5% de clientes de pago) y, aunque la compañía indica que, en los últimos 6 meses, los ingresos crecen a un ritmo del 20% mensual, aún tienen mucho camino por recorrer en este sentido.
Para poder poner en marcha un modelo por suscripción, hay que encarar buena parte del camino a través del desierto. Hay que generar una buena masa de usuarios que usen tu versión gratuita y procurar que haya suscripciones a las versiones de pago de la herramienta. Sin embargo, hasta igualar ingresos y gastos (el famoso "punto de equilibrio"), hace falta financiar la empresa de manera externa.
En España, y en Europa, el mundo de la inversión es muy distinto al de Silicon Valley. Aquí, primero hay que demostrar tracción, es decir, que el negocio suscita interés entre los usuarios y luego buscar el dinero.
Es decir, construir el producto, lanzar la beta, captar usuarios, tener clientes destacados y, con esos indicadores, salir a buscar dinero. "Levantar una ronda" requiere de mucho esfuerzo y tiempo y, según Juan Rubio, la primera inyección de capital no se olvida:
Nuestra primera ronda de inversión fue una especie de "mirlo blanco". Una de las ventajas de haber pasado por Founders Institute es la conexión con inversores y buena parte de los mentores proceden de este sector. Ahí fue donde conocimos a Axel Serena y a Chema Pina y luego fuimos a verlos a Barcelona.
Aunque de modelos de negocio algo controlábamos, con la primera ronda de inversión te das cuenta todo lo que debes saber. Hay una terminología muy específica (term sheets, métricas, etc.) y fue una experiencia muy singular porque todo marchó especialmente bien. Tanto Chema como Axel nos transmitieron que les gustaba el proyecto y querían entrar como business angels y liderar la ronda. Al final, nos decantamos por Axel Serena para que liderase la ronda.
Si tu negocio es freemium, la primera ronda de financiación se te acabará rápido captando usuarios y no te queda otro remedio que pensar en la siguiente ronda. Para levantar una segunda ronda, los inversores esperan que la compañía esté en "otro nivel", es decir, debe haber mejorado significativamente: más usuarios, más usuarios de pago, mejor producto, etc.
Según los fundadores de Genially, las dificultades las encontraron más por su modelo de negocio que por otra cosa. ¿La razón? Según Juan y Luis, un modelo freemium no es habitual en España y eso generaba aversión en los inversores:
Nuestro modelo de negocio no es típico en España, está enfocado a un mercado global y conjuga acceso gratuito y suscripción. Además, estamos trabajando en Córdoba y eso chocaba con los inversores de España que solían estar acostumbrados a empresas en Madrid o Barcelona.
En España parece que se está más acostumbrado a modelos de marketplace o comercio electrónico y esperan ese tipo de métricas. No están acostumbrados a startups de producto y, de hecho, en España no hay tanta proporción de startups puramente de producto SaaS (software as a service). Estamos nosotros, CARTO, Typeform, Graphext y para de contar...
Después de más de 4 años trabajando con startups e inversores, me sorprendió un poco esta percepción. En mi opinión, y hay inversores que coinciden, no es que el problema sea un modelo de suscripción más bien que es un negocio orientado a usuario final (y también a empresas), por tanto, se percibe como un negocio con mayor necesidad de dinero para invertir en campañas de marketing y así captar usuarios.
Si conseguir los fondos es complicado, también hay efectos secundarios que no siempre se controlan bien. Cuando entran inversores, la gestión de la compañía cambia y también la configuración del equipo. ¿Un inversor es un apoyo o es un jefe al que rendir cuentas? Para Juan y Luis, más lo primero que lo segundo aunque hay matices:
Que entren inversores es positivo porque te encamina a profesionalizar la gestión de la empresa. Nunca hemos visto a los inversores como "jefes". Uno tiene que hacer las cosas bien porque hay que rendir cuentas a mucha gente y ese es el gran cambio con respecto a gestionar la empresa con amigos.
Ahora estamos en un punto muy interesante por el tipo de inversores que tenemos. Dentro del accionariado está Wayra (Telefónica), Caixa Capital Risc y Lánzame Capital, así que las cosas son mucho más formales y la propia empresa te pide esta profesionalización. Somos un equipo de alrededor de 20 personas y hay que empezar a hacer las cosas bien.
Los inversores, evidentemente, aportan dinero (a cambio de acciones), buscan una rentabilidad y también tienen objetivos particulares. ¿Qué ocurre cuando los objetivos no se comparten o hay accionistas con una visión distinta del proyecto? Pues ocurre lo mismo que en una orquesta con músicos que desafinan, se pasa de música a ruido...
Si una parte de los inversores no están alineados con los socios de la empresa y con el resto de inversores, la empresa puede pasarlo bastante mal:
En la segunda ronda nos dimos cuenta que hay dos tipos de inversores. Los que quieren ser compañeros de viaje y se sientan al lado tuya y los que se sientan en frente tuya al otro lado de la mesa y parecen más negociadores que compañeros.
Este segundo grupo te lleva a negociaciones que son más un "tira y afloja" de valoración o del poder y la capacidad de influencia que pensar en un futuro común y un camino que recorrer juntos.
Nuestro rumbo actual no dista tanto del que nos habíamos marcado en los orígenes. Rescatando correos electrónicos antiguos, cuando estábamos convenciendo a Chema para que se viniese de Madrid a Córdoba y se uniese al proyecto, hablábamos de ser una alternativa a Prezi y que nos podrían terminar usando millones de usuarios de todo el mundo.
Si Genially aspira a ser una alternativa a PowerPoint y la aplicación de Microsoft tiene más de 500 millones de usuarios, está claro que te queda aún mucho camino que recorrer (Genially tiene registrados más de 1 millón de usuarios). Para dar ese gran salto, evidentemente, vas a necesitar dinero y una hoja de ruta muy clara o bien que se cruce una gran compañía que te compre para integrar tu servicio en el suyo.
Según los fundadores de Genially, su objetivo es ser una herramienta global pero hay un salto de madurez empresarial que aún tienen que dar para alcanzar la escala a la que aluden en su "visión":
Tenemos que seguir con esa visión de ser globales y que nuestros usuarios, sean de pago o de la versión gratuita, tengan a su alcance una herramienta que les permita desarrollar buenos contenidos. Nos gustaría llegar a calar en los usuarios y ser una empresa global e influyente, hasta el punto que los usuarios no puedan generar contenidos sin nosotros y Genially se convierta en una herramienta fundamental en su día a día (ya sea un estudiante o una gran corporación).
Hoy en día nos están usando estudiantes en la Universidad de Cambridge, medios de comunicación como Clarín o Le Figaro, nos usan freelances o grandes corporaciones como el Real Madrid o Telefónica. Nuestra visión de democratizar las herramientas para generar contenidos atractivos e interactivos se cumple y eso que aún estamos en los comienzos.
"Do it different, do it genially" es uno de los lemas de la compañía y forma parte de la cultura de Genially.
Una de las fases más críticas, el market-fit (o encaje problema-cliente-solución) está ya realizado. Sin embargo, aún queda lo más difícil: crecer y expandirse sin morir en el intento y para encarar esta fase va a hacer falta aún mucha gasolina en el tanque de combustible, es decir, inversión.
¿Cuántos servicios que funcionan acaban cerrando con el tiempo? ¿Cuántos servicios freemium cierran porque no llegan a ese equilibrio entre usuarios gratuitos y usuarios de pago? ¿Cuántas veces se ha hablado de la "inminente muerte" de Spotify por estar lejos de la rentabilidad?
Crecer y tomar escala está en la lista de los socios de Genially y todo apunta a que Estados Unidos estará dentro de la siguiente parada de la compañía o, al menos, es lo que señalaba Juan Rubio:
Tenemos que dar nuestro salto a Estados Unidos, crear estructura y, seguramente, contar con inversores de allí. Para 2019 abriremos una ronda internacional con inversores europeos pero queremos que entre en esa ronda capital de Estados Unidos y, para el futuro, Estados Unidos tomará peso.
Aún así, Genially es una empresa de Córdoba y esas raíces queremos mantenerlas. Nunca nos hemos planteado mover la oficina a Madrid o Barcelona porque nos podemos mover fácilmente a estas ciudades e, incluso, a Berlín o Londres. Cuando empecemos a aterrizar en Estados Unidos, seguramente, habrá que tener a parte del equipo allí.
Hay empresas que, precisamente, entran en crisis cuando encaran un crecimiento para el que no están preparados ni en equipo ni tampoco en recursos. Sin embargo, Luis García, el director creativo, lo ve con optimismo:
La cultura en una empresa se construye a partir de una visión y el trabajo diario. Hemos pasado de 5 personas a casi 20 y seguimos construyendo la cultura de la empresa a la vez que seguimos construyendo nuestro equipo. Hay que aunar actitud, aptitud y alinearlos con la visión de la compañía.
De hecho, nuestra cultura incluso sale de nuestras oficinas. Contamos con una red de embajadores que nos ha acompañado desde el inicio y, prácticamente, los consideramos parte del equipo. Es bonito encontrarte con usuarios en un evento y que, al verte con una camiseta de la empresa, te dicen que les encanta la herramienta y que están generando contenidos que antes no podían diseñar.
Ahora les toca dar ese gran salto y materializar su visión del acceso sencillo a los contenidos interactivos.
Recuerden, la próxima vez que revisen una infografía o un gráfico interactivo en la prensa, quizás, estén delante de un contenido generado con Genially.
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Fecha: 16-12-18
Categoría: Software
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