A finales de la semana pasada en el hospital de Chiari en Brescia (Italia) la tecnología y la impresión 3D demostraron su utilidad en situaciones críticas. Ante la falta de suficientes válvulas respiratorias por el brote del COVID-19, unos italianos decidieron hacer copias en 3D para hacer frente a la demanda del hospital. Ahora, la empresa que originalmente las vendía por unos 10.000 euros cada uno, busca demandar a aquellos que las imprimieron en 3D y las ofrecieron gratis al hospital.
La noticia sin duda alegró a muchos, aunque la historia por detrás no fue tan simple como parece. Tal y como explican en Business Insider Italia, a pesar de que la compañía de las válvulas era cosciente de que no podía suministrar la pieza al nivel de la demanda de los hospitales, se negó a suministrar el modelo 3D a otros para que la fabricasen. Incluso llegó a amenazarlos por infracción de patentes si decidían seguir adelante con la idea.
Pero Italia estaba en un estado crítico, con gente que se jugaba su vida por tener o no tener esa válvula. Ante tal situación Massimo Temporelli y Cristian Fracassi moldearon la pieza en tres dimensiones desde cero y por cuenta propia. A partir de ahí comenzaron a imprimir la válvula respiratoria, primero un lote de 10 y luego 100 más. Las ofrecieron gratis al hospital, el coste de fabricación es ínfimo (materiales, electricidad, amortización de la máquina y poco más). Funcionan y ya han sido utilizadas por diversos pacientes.
Según ha compartido Cristian Fracassi, ahora se encuentra en un dilema. Es consciente de que su válvula impresa en 3D no es de la misma calidad que la original y que posiblemente no se pueda reutilizar tanto como la genuina. Sin embargo, cree que aún así está salvando vidas en una situación donde estas válvulas son necesarias con urgencia. El dilema se presenta en que no puede compartir el modelo 3D que ha hecho de la válvula con otros centros que tengan impresoras 3D y hospitales, ya que de hacerlo se enfrenta a una demanda por parte de la empresa de la válvula original.
La propia ministra de Innovación Tecnológica y Digitalización de Italia felicitó a los dos creadores de las válvulas impresas en 3D, pero eso no parece suficiente para frenar a la empresa de la válvula original en sus intenciones de demandar a Massimo y Cristian por su copia en 3D. ¿Razón? Tienen la patente del funcionamiento de la válvula respiratoria y por lo tanto via libre para venderlas a nada menos que unos 10.000 euros cada una de ellas. Duele más que alguien las fabrique por 1 euro (aproximadamente) y regale que ser la empresa que se niega a salvar vidas por no perder su negocio.
Ahora mismo Italia se enfrenta a una situación en la que el COVID-19 ya ha infectado a más de 31.500 personas, 2.503 muertos y casi 3.000 personas recuperadas. el país entero está en aislamiento total desde el 10 de marzo. Es el segundo país donde más mella ha hecho el coronavirus después de China, origen y foco principal del coronavirus.
Más información | Cristian Fracassi
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Fecha: 18-03-20
Categoría: Tecnología
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