La semana pasada Mozilla Corporation anunciaba el despido de 250 personas, la cuarta parte de su plantilla. La noticia era un jarro de agua fría para el futuro de una organización tras la cual está tanto el navegador web Firefox como el desarrollo de diversos proyectos como Rust, Thunderbird o Mozilla Send.
La noticia ha detonado el debate sobre el complejo futuro al que se enfrentan tanto Mozilla Corporation como Mozilla Foundation, y hay quien se pregunta si para lograr sobrevivir Mozilla no acabará planteando un modelo de suscripción en el que los usuarios paguemos por poder usar Firefox o sus servicios.
Mitchell Baker, la máxima responsable de Mozilla Corporation y de su subsidiaria, Mozilla Foundation, publicaba un artículo en el blog oficial de Mozilla el pasado 11 de agosto de 2020. En él anunciaba "una reestructuración significativa de Mozilla Corporation" y el despido de "aproximadamente 250 personas".
Eso supone una cuarta parte de los alrededor de 1.000 empleados con los que cuenta Mozilla Corporation. Baker argumentaba que "las condiciones económicas resultantes de la pandemia global han impactado de forma significativa en nuestros ingresos", lo que ha hecho que sus planes "pre-COVID" no puedan hacerse realidad.
Al anuncio de los despidos se le unía el de un cambio de rumbo hacia un enfoque más comercial en el que parecían desestimarse ciertas ideas y proyectos cuya rentabilidad no estaba garantizada hacia otros que sí están desde el principio enfocados a obtener ingresos.
Los mejores ejemplos de ello son la VPN que Mozilla puso al fin en marcha recientemente, el servicio de marcadores en la nube Pocket o su servicio chat virtual Hubs.
Curiosamente poco después de ese anuncio Mozilla confirmaba que había renovado el acuerdo económico con Google que según fuentes cercanas a la negociación le permitirían ingresar a la empresa entre 400 y 450 millones de dólares por año durante los próximos tres años.
Como en el pasado, el acuerdo hace que el buscador predeterminado en Firefox sea Google, algo que permite que el motor de búsqueda de los de Mountain View y la publicidad asociada a él sean parte integral de la experiencia nativa de Firefox (aunque el usuario pueda cambiar ese buscador por defecto).
Muchos han sido los comentarios en Twitter de ex-empleados y analistas que han reaccionado a la noticia. Se sabe que los despidos han afectado especialmente a su Mozilla Developer Network (MDN), donde trabajaban muchos programadores y desarrolladores web que en cierto sentido conformaban una especie de laboratorio de I+D de Mozilla.
Much of the team I used to manage was part of the Mozilla layoffs on Tuesday. That team was Mozilla's Rust team, and Mozilla's Wasmtime team.
— Till Schneidereit (@tschneidereit) August 13, 2020
I thought I'd know how to talk about it by now, but I don't. It's heartbreaking, incomprehensible, and staggering in its impact.
Así, el equipo de Mozilla Servo, que estaba trabajando en un nuevo motor de renderizado para el navegador Firefox desarrollado con Rust, fue diezmado, y otros muchos proyectos que caían bajo el paraguas de la MDN quedaban básicamente sin recursos y con un futuro incierto y muy complejo.
Precisamente alrededor de MDN -que algunos califican como "la Wikipedia del desarrollo web" han surgido muchas iniciativas para tratar de salvar parte de los esfuerzos de una división que se encargaba por ejemplo de mantener una inmensa cantidad de recursos para desarrolladores web -por ejemplo, con una impresionante documentación- cuyos próximos pasos ahora son también difíciles de adivinar.
Mozilla laying off their devtools people is a massive blow. The excellent devtools were a good., non-ideological reason for developers to use Firefox as part of their daily work, & thus test in it & care about it. Moz had long given up on any other developer relations activities.
— Bruce Lawson, Antifa. Black Lives Matter. (@brucel) August 12, 2020
Hay quien ha creado pequeños sitios web para que cualquiera pueda mostrar apoyo a los afectados, mientras que otros han tratado de recalcar la importancia del esfuerzo de documentación que hacían sus responsables y algunos han creado una página llamada Mozilla Lifeboat (Bote salvavidas de Mozilla) en el que se muestran algunas empresas en las que las personas despedidas pueden ahora encontrar un empleo. En los comentarios de Hacker News a esa iniciativa hay incluso ofertas de otras empresas encantadas de proporcionar un "refugio" a los ahora exempleados de Mozilla.
Ted Mielczarek, un ex-empleado de Mozilla, reflexionaba en Twitter sobre la noticia, que según él era consecuencia directa de la complacencia de la empresa: tener una fuente de ingresos fija pero casi única como la que tenían con Google acabó siendo una desventaja.
I'm convinced that the biggest problem Mozilla had was that the business model we stumbled into (ad revenue sharing from search providers) gave us a firehose of money that was mostly disconnected from our execution no matter how you measure things.
— Ted Mielczarek (@TedMielczarek) August 12, 2020
De hecho, este desarrollador explicaba que "no había ningún síntoma que nos premiara o castigara al hacer cosas bien o mal. El dinero seguía llegando. Sabíamos que debíamos diversificar nuestras fuentes de ingresos en lugar de que el 90% vinieran de Google, pero nunca lo hicimos".
Ciertamente esa dependencia absoluta de Google ha hecho que con la pandemia y la reducción de esos ingresos publicitarios Mozilla se haya visto muy afectada.
Para algunos analistas esto no es más que el último episodio de la larga guerra de los navegadores en la que Google ha logrado vencer con Chrome y ha aprovechado su posición de privilegio para ir imponiendo cada vez más su influencia en diversos ámbitos.
Esa victoria ha hecho que hasta Microsoft se rinda y haya abandonado su navegador Edge original para pasar a un Edge basado en Chromium que para muchos ?como Chris Beard, uno de los máximos responsables del desarrollo de Firefox? fue un movimiento trágico.
Alan Gibson, arquitecto software que reflexionaba sobre este tema, planteaba que la guerra de navegadores ya no existía y que Google había ganado. Ferdy Chistant, desarrollador web, analizaba la situación actual y afirmaba que Firefox iba camino de la irrelevancia y Chrome estaba convirtiéndose en sinónimo de "la web".
Con Firefox en peligro, solo Apple podrá plantear algo de batalla, indicaba, "pero Google ni siquiera necesita Chrome para dictar estándares ya que controla la puerta de entrada de la web. Con AMP, una tecnología que nadie pidió, está ahora en el 70% de todos los stios web de marketing por la sencilla razón de que Google les dijo que lo hicieran así".
Es aquí donde Gibson culpaba la situación a la falta de una búsqueda nativa y a la falta de pagos nativos en internet, lo que ha provocado que para las empresas que hacen negocios en internet el modelo clásico sea la publicidad y no los pagos (o los micropagos) en internet.
Y si alguien domina la publicidad web, esa es Google con AdSense, con al menos un 40% de cuota de mercado. Para él la conquista de la web por parte de de Google es un hecho, y "solo la legislación logrará que la World Wide Web no acabe convirtiéndose en la Web by Google (TM)".
El análisis de la situación desde el punto de vista económico es igualmente complejo, pero Frank Hecker, que trabajó en Mozilla durante muchos años, trataba de hacer un resumen de la situación y de plantear opciones de futuro.
Para empezar, explicaba la diferencia entre Mozilla Foundation y Mozilla Corporation. La primera es una ONG creada en 2003 para coger el testigo del desarrollo del código creado para el navegador Netscape. En 2018 contaba con una plantilla de 80 personas y un presupuesto de 27 millones de dólares.
Mozilla Corporation es una empresa con ánimo de lucro, propiedad de Mozilla Foundation, que tiene tenía una plantilla de 1.000 empleados y unos ingresos de unos 440 millones de dólares en 2018. Mientras que la fundación iba a su aire y podía tratar de desarrollar productos y proyectos que a menudo ofrecía como código abierto y con plataformas de uso gratuito y libre, Mozilla Corporation sí ha tratado desde el principio de obtener ingresos con su actividad.
Aquí Hecker destacbaa que "los clientes de Mozilla Corporation no son los usuarios de Firefox, sino grandes empresas como Google que pagan por cosas que les ayudarán a ganar más dinero, sobre todo haciendo que su buscador de internet sea el buscador por defecto en el navegador Firefox". Este ingeniero de sistemas eso deja claro que si los usuarios no son el cliente... son el producto.
Para él Mozilla Foundation era claramente el departamento de I+D de Mozilla Corporation, un sitio que como en otros casos en el pasado (Bell Labs, Xerox PARC) no ha logrado convertir proyectos interesantes en proyectos rentables.
Ese parece ser ahora el enfoque de una Mozilla más comercial y menos "de probar cosas" (importantes), y aquí es donde Hecker lanza su propuesta: una en la que para lograr que Mozilla se mantuviese saneada acabara cobrando por sus desarrollos. O lo que es lo mismo: que los usuarios pagasen por Firefox.
De hecho, hablaba de los 100 millones de dólares que calculaba que Mozilla había perdido de buscadores en su navegador, y decía que con los aproximadamente 200 millones de usuarios de Firefox que existen, eso haría que cada uno de ellos tuviera que pagar 50 centavos de dólar al año por Firefox. "Parece razonable, pero recordad que los usuarios de internet están acostumbrados a un mundo en el que todo les sale gratis, así que el número de usuarios de Firefox que pagarían algo sería bajo".
Aquí Hecker indicaba que asumiendo que un 2% de todos esos usuarios pagasen por Firefox, se necesitaría que ellos pagaran unos 25 dólares al año a Mozilla Corporation para que la empresa funcionara como hasta ahora. La cosa cambia si pretendiésemos lograr soportar la organización sin la necesidad de acuerdos como el que tienen con Google.
Eso permitiría llegar a facturar los cerca de 500 millones que ingresa al año Mozilla, pero obligaría a ese 2% de los usuarios actuales a pagar 125 dólares al año, una cifra probablemente exagerada para la mayoría de usuarios.
Las opciones son variadas, pero todas ellas complejas. Reducir aún más la plantilla y centrarse en productos exclusivamente rentables sería una, mientras que otra sería renunciar a los ingresos y abandonar Mozilla Corporation para mantener tan solo Mozilla Foundation como ONG y vivir de los subsidios y donaciones de gobiernos y particulares.
Ambas alternativas -y alguna más- son más complejas de llevarse a cabo de lo que parece, y lo cierto es que la situación de Mozilla y de proyectos como Firefox parece ahora más incierto que nunca. Esperemos que ese nuevo enfoque comercial le salga bien a la empresa y que al menos parte de su legado se mantenga vivo. La web abierta depende en buena parte de ello.
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Fecha: 17-08-20
Categoría: Apps/Software
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