Ni la propia Microsoft puede librarse de los exigentes requisitos de Windows 11. La compañía de Redmond ha dedicado las últimas cinco semanas a actualizar los ordenadores de todos sus empleados a su nuevo sistema operativo, pero curiosamente algunos todavía seguirán ejecutando Windows 10. ¿El problema? La incompatibilidad del hardware con esos equipos.
Recordemos que Windows 11 entre sus requisitos pide contar con el Módulo de plataforma segura 2.0 (o TPM 2.0) y procesadores recientes. Esto obligó a la compañía a lanzar PC Health para chequear la compatibilidad y se abrió una puerta para instalarlo sin cumplir los requisitos mínimos.
Pero escenario no parece ser un problema para Microsoft. La compañía ha decidido tomarse el proceso de actualización interna con calma, a pesar de que su nuevo sistema operativo está en el mercado hace más de seis meses. De hecho, lo califican como un éxito: 190.000 ordenadores actualizados y "un porcentaje de dispositivos que no pudo actualizarse".
Como podemos ver arriba, la información que brinda Microsoft es un tanto capciosa. Solo dice la cifra exacta de los ordenadores que se actualizaron exitosamente a Windows 11, pero no revela qué cantidad que sigue con el sistema operativo anterior. En cambio, si indica cuál será su movimiento para terminar de actualizar la totalidad de sus equipos.
Los empleados que aún tienen Windows 10 seguirán utilizando ese sistema operativo hasta que "en la próxima actualización de dispositivos" reciban un ordenador nuevo con Windows 11 de fábrica. No sabemos cuándo ocurrirá eso, pero queda claro que deberán esperar un tiempo y que Microsoft no está especialmente apresurada en completar la migración.
Cabe señalar que actualizar ordenadores en entornos corporativos es una misión desafiante. El departamento TI debe contemplar varios factores antes de iniciar una implementación, como no restar tiempo de productividad a los empleados, que estos estén familiarizados con nuevo sistema, y que tras realizarla todo funcione correctamente y no se pierda información por el camino.
En este sentido, Microsoft planeó realizar su actualización por etapas: planificación, preparación y despliegue. Se trata de un procedimiento que podría servir de ejemplo a seguir por muchas empresas que están planeando actualizar a Windows 11, aunque Windows 10 Pro seguirá recibiendo soporte hasta octubre de 2025, y Microsoft podría extenderlo aún más.
Planificación. Microsoft reconoce que Windows 11 tiene "requisitos de hardware muy específicos", por lo que en primer lugar analizaron el hardware de sus equipos con la herramienta Microsoft Endpoint Manager e identificaron cuáles podrían actualizar y cuáles no. Con estos datos, crearon un cronograma de actualización de despliegue gradual.
Preparación. La compañía utilizó diferentes canales (Yammer, preguntas frecuentes, Microsoft SharePoint, correo electrónico, Microsoft Teams) para generar interés en sus empleados en Windows 11. También explicaron cuánto tiempo duraría el proceso de actualización y señalaron que la programación para esta sería flexible, es decir podrían decidir cuándo iniciar el proceso.
Implementación. Por último, Microsoft utilizó Windows Update for Business para automatizar la actualización. Para ello, los equipos encargados de esta, establecieron las políticas de actualización de acuerdo a los datos recabados en las etapas anteriores y pudieron desplegarlo en los ordenadores de sus empleados.
Imágenes | Unsplash
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Fecha: 26-04-22
Categoría: Informática
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